Grace Frick y Jerry Wilson
De vuelta a París en 1937, conoció a Grace Frick, universitaria americana a quien está dedicado El golpe de gracia. En el devenir de su relación, la elegida asumió los roles de correctora, traductora, archivista, y proveedora de empleo cuando la fortuna familiar quedó agotada. Grace, enteramente dedicada a su causa, ha contribuido en gran medida a la construcción de su gloria.
Al escapar de la guerra, encontraron refugio en los Estados Unidos. No volverían a Francia más que once años más tarde. Este retorno fue celebrado con el éxito de las Memoiras de Adriano, obra que narra la vida de un emperador romano y su amor por el bello Antinoo. El origen de esta obra, publicada en 1951, se remonta a 1924, año en que descubrió la Villa Hadriana en Roma.
Este éxito tuvo su confirmación años después, en mayo de 1968, con Opus Nigrum, obra en la que Zenón al igual que los actores de la revuelta estudiantil, toma conciencia de un mundo que se desploma y desea poner las bases de un futuro mejor. La realidad se acerca a la ficción cuando unos años más tarde, tuvo que enfrentarse a la revuelta al enterarse del cáncer de Grace.
Varias de sus cartas fueron depositadas en la Universidad de Harvard y no resultarán accesibles más que dentro de cuarenta años. Probablemente no harán sino corroborar los indicios de un militantismo con muchos matices, expresados por medio de la naturaleza de sus personajes.
Cuando Grace muere en 1979, otro hombre entra en su vida. Se trata de un joven fotógrafo que había conocido un año antes, cuando había acudido con un equipo de la televisión francesa. Jerry Wilson de veintiocho años, contribuyó a hacerla salir de su vida inmóvil acompañándola a través del mundo como su secretario, y quizás como su amante. Ella tenía setenta y cinco años.
El sueño se trocó en pesadilla como consecuencia de un encuentro masculino poco recomendable y por el cual Jerry intentó sustraerle dinero. Aquejado de sida en 1985, murió de meningitis un año más tarde. A esta desaparición siguió la del nuevo compañero poco tiempo después. Inconsolable, Marguerite Yourcenar volvió a visitar los lugares frecuentados en otro tiempo y después se retiró a «Petite Plaisance», en donde fue víctima de un ataque cerebral. Murió el diecisiete de septiembre de 1987.