El libro de Marguerite Yourcenar comienza por un nacimiento: el suyo. Desde este punto de vista inicial, la autora se pregunta. ¿De dónde viene? ¿Quién fue su madre, muerta casi inmediatamente después? ¿Quién fue su padre? ¿Qué puede saber, a través del espesor del tiempo, de estas dos familias de la que procede? (extracto de la edición original)
El laberinto del mundo I: recordatorios
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A través de una evocación en primer lugar geológica y geográfica, la autora sitúa las tierras, dunas y bosques, vírgenes aún de toda humanidad, que serán roturados en la Edad Media y que un día se convertirán en la Flandes francesa, cuna de sus antepasados. Apoyándose después en la complejidad infinita de archivos históricos, sitúa los lugares, entre Bailleul y Cassel, en los que nació su familia en el siglo XVI…
El laberinto del mundo II: archivos del norte
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El 24 de noviembre de 1970, Mishima prepara su muerte con un esmero minucioso. Tiene cuarenta y cinco años. Su obra es amplia. Conoce la gloria en todo el mundo. Quiere que su suicidio obedezca en todo a los rigores del rito que desde hace siglos exige la tradición de su país, ya que en tal ambiente había decidio vivir religiosamente, socialmente, literariamente, políticamente: se abre el vientre antes de ser decapitado por un compañero. Muerte a la vez terrible y ejemplar ya que es, por decirlo así, el medio de alcanzar en profundidad el vacío metafísico por el que el novelista-poeta japonés había estado fascinado desde su juventud. (extracto de la edición original)
Mishima ó la visión del vacío
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Señores,
Como es de rigor, empiezo por agradeceros el haberme acogido entre vosotros, un honor sin precedentes. No insisto –ellos saben ya todo esto– en la gratitud que debo a los amigos a los que, sin haber hecho yo la petición de ingreso, tal y como me obligaba la costumbre, me había contentado con decirles que no los disuadiría de su esfuerzos. Ellos saben hasta qué punto soy sensible a los admirables dones de la amistad, y en esta ocasión quizás más sensible que nunca, porque estos amigos, en su mayoría, lo son de mis libros, ya que nunca, o muy brevemente, me habían encontrado en la vida. (primeras líneas del discurso, extracto de la edición original)
Discurso de Marguerite Yourcenar en la Academia Francesa y respuesta de Jean d'Ormesson
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Comienza un nuevo ciclo; los primeros tallos verdes atraviesan como dardos las últimas hojas secas del invierno precedente. Estamos en el período del deshielo y del viento áspero, cuando el incipiente cristianismo, importado de Oriente a través de Italia, lucha en las regiones del Norte contra un paganismo inmemorial, se insinúa como el fuego en un viejo bosque lleno de madera seca; es el comienzo tempestuoso del siglo VII. (extracto del ensayo titulado Sur quelques lignes de Bède le Vénérable – Edición original).
El tiempo, gran escultor
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Después de Recuerdos piadosos y Archivos de Norte, he aquí ¿Qué? La eternidad, la tercera parte de la historia familiar que Marguerite Yourcenar titula El laberinto del mundo. (...) En este último volumen, empieza a dejarse entrever la niña y adolescente Marguerite, pero el eje del relato es una vez más el personaje de su padre: él y sus amores, legítimos o no, sus mudas generosidades, sus amistades sin palabras, sus elegancias, sus negligencias, su infatigable, su inteligente solicitud pasan por el filtro de un profundo amor. (extracto de la edición original).
El laberinto del mundo III: ¿qué? la eternidad
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Los ensayos reunidos aquí por Marguerite Yourcenar son reflejo fiel y sorprendente de una trayectoria intelectual extremadamente variada, que va de los años 1930 a los últimos días de 1987. En la primera mitad de la colección, un importante conjunto de trabajos sobre Grecia muestra la importancia que tuvieron para ella los personajes de la Antigüedad griega, considerados como vivos y, por decirlo así, contemporáneos. Páginas de una belleza inusitada y de una violencia juvenil nos muestran a Apolo el homicida y a Casandra su víctima: atroces, irrecusables. Otras páginas hacen que nos detengamos ante los mosaicos de Rávena. Por todas partes a través del tiempo y la memoria aparece la muerte, infatigable: las tumbas de los príncipes en Innsbruck, el gran ángel alado de Durero, la isla de los muertos de Böcklin… (extracto de la reseña de la edición original)
Peregrina y extranjera
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De todos los héroes que ha hecho revivir, o inventado, Marguerite Yourcenar no ha hablado nunca con tanta ternura y tan profundamente como del japonés Bashô, sacerdote errante del siglo XVII. Es el primer texto de la colección que titula La vuelta de la prisión, libro cuya lectura nos deja melancólicos, ya que no pudo terminarlo. He aquí algunos fragmentos de tantos viajes, sorprendentes en ocasiones (la travesía de este a oeste del continente americano hacia Alaska y hacia San Francisco después), aunque el centro del libro es Japón, y dentro de Japón el teatro tradicional, tiene por héroe a Mishima, y su muerte es más importante, ocupa más espacio que su obra. (extracto de la reseña de la edición original)
La vuelta de la prisión
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Como un anillo de serpiente que se forma y se vuelve a formar sin cesar, las aventuras de Electra y los suyos adoptan uno tras otro todos los aspectos de la familia criminal en el transcurso de los siglos. Como piezas de convicción, las excavaciones de Micenas han proporcionado máscaras y puñales de oro, pero los testimonios escritos no remontan más allá de algunos versos de Homero en el que el espectro de Agamenón evoca el crimen de Clitemnestra: "Y la mujer de ojos de perro me mató, y se alejó sin cerrarme los párpados, privándome así de los honores necesarios para los muertos…" (extracto del prólogo de la edición original)
Electra o la caída de las máscaras
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Espero que este libro no sea leído jamás… Cuando estás ausente, tu figura se dilata hasta el punto de llenar el universo. Pasas al estado fluido, que es el de los fantasmas. Cuando estás presente, tu figura se condensa; alcanzas las concentraciones de los metales más pesados, del iridio, del mercurio. Muero de ese peso, cuando me cae en el corazón. (extracto de la edición original)
Fuegos